Me enviaste al encuentro con mil dragones, sin motivo alguno lo quiciste, dude varias veces, fue tanta tu insistencia que me puse mi armadura lentamente, asegurandome que cada broche estuviera seguro y que no quedaran lugares vulnerables para un ataque, me despedi con un profundo beso eterno y emprendi mi camino.
Aqui estoy, justo en medio de una lucha encarnizada, el fuego sale de mil bocas y las garras golpean mi escudo y mi armadura con mas fuerza que nunca antes, el tiempo no para y no sede un solo segundo.
Mientras tu, lloras en tu castillo por la perdida de un guerrero, que no sabes si sigue vivo en la batalla o callo tras las garras del enemigo, llorando lagrimas de arrepentimiento y duda, implorando al cielo que traiga de vuelta con vida a tu guerrero.
El tiempo pasara, no sabemos quien ganara, si la fuerza de un guerrero inmortal o el fuego de mil dragones sobre la cabeza del guerrero, mientras solo queda esperar y rezar, sin mas que hacer por el momento mas que contemplar las lagrimas chocar en el suelo.
..Algunas decisiones dueles mas que los colmillos de dragones..
7 comentarios:
Algunas decisiones son tan pensadas que se vuelven espontáneas...
Ojalá el guerrero termine la batalla sano y salvo, con una sonrisa en los labios para gozar su triunfo.
Dulcemente... Ceci
Creo que he tenido una alucinación... una alucinación profunda...
Realmente alucine... y no se si aun lo hago...
gladys y ceci
mejor no decir nada
.
.
.
y gecko!
me tienes abandonada
una lectura solo
para divagar
te beso hombre deseado
Publicar un comentario